lunes, 18 de mayo de 2009

Gemelos




No los de las rodillas.


Ni tampoco los de los puños


de los caballeros adinerados


como Hugh Heffner


(si no lo conocen, lo gugulean,


mas de uno lo va a envidiar!)


No señor.


Me refiero a esos que nacen iguales.


Yo tengo una hermana gemela.


Somos igualitas.


Tan igualitas, que parecemos una.


Pero somos dos.


Ella se llama Selva y yo Tita.


Selv-Ita nos llamaba mi mamá,


e íbamos las dos.


Siempre se armaba kilombo porque ella


llamaba a una pero íbamos las dos,


entonces ella caía cautiva


de nuestro parecido


y se olvidaba lo que nos


iba a pedir.


Llegaba mi viejo


y nos encontraba a las tres en trance,


agarradas de las manos,


moviendo la pelvis


y cantando a viva voz:


"tengo un mundo de sensaciones..."


de Sandro.


Y salir del trance, más bien


que mi viejo nos saque el trance


le llevaba como tres horas.


Terminábamos extenuadas


e igualitas, eso si.


Selva se fue a vivir a Australia.


Y cuando me viene a visitar


para en González Catán.


Yo no podría ser la que soy,


sin Selva reflejándome,


aunque ahora sea


"la Selva Australiana"


2 comentarios:

Gastón Breves dijo...

Tita: tu esquizofrenia avanza, te queda cada día mejor

Tita Lamberto dijo...

gracias, usté sabe que yo apreció su visión, desde arriba, porque es más alto que yo!