Los vampiros
tenemos varios disfraces.
Los necesitamos para camuflarnos
y pasar desapercibidos.
No lo hacemos de malos,
tenemos que comer, santo dios!
Cenas,
asi llamamos a nuestros encuentros sociales
en los que nos ponemos al día con nuestros amigos
y planeamos futuras comilonas,
degustando el plato del momento.
Casa reciclada, último valuarte en la ciudad
del clan.
Cinco mujeres y cuatro varones.
Dos morochas, tres rubias.
Tres rubios, un morocho.
Buen equilibrio.
La anfitriona trae la comida:
los fideos se ven suculentos
con esa salsa roja tan real...