miércoles, 8 de julio de 2009

...dos pasitos pa'delante y uno pa'trás!

El cuartetazo.
La onda:
"te canto romántico en el oido"
Más de una mujer me va a odiar,
pero Luis Miguel
entra en este target.
Hay otros romanticones
que también me dan calambre.
Lo siento.
Soy más rocanrolera.
Y no se olviden que me gustan los vampiros.
Y a eso, no hay con que darle.
No me puedo imaginar bailando
a Alejandro Saenz,
aunque como diria Silvita:
"pero está bárbaro"
Si, estás tremendo,
pero callate, no cantes
y menos eso!!!
Imaginate:
una cantina,
chimenea con fuego,
tragos de color rojo,
humeantes,
hombres y mujeres
en semi círculo,
mirando el fuego,
sonriendo,
dejando escapar,
suavemente,
sus colmillos.
Seguro,
que de fondo,
no suena
Alejandro Montaner!

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Rockanrrollll, nenenennn!!!!
Vlad Tepes.

zorgin dijo...

siempre pensé que los vlads escuchaban música clásica..., debo ser de otra época... o tal vez todos no escuchen lo mismo...
usarán Ipod?

Tita Lamberto dijo...

Hola Vlad! lindo tenerlo por aca, aunque me parece que firmó Vlad, pero se llama de otra forma...igual bienvenido!!!

Zor: seguro escuchamos Ipod, a full, caminando felices por la calle, en los bondis, para abstraernos del afuera, eso si, hay que mirar bien para cruzar porque se torna dansher!

zorgin dijo...

los dos lados, hay que mirar both sides

Tita Lamberto dijo...

Che Zor era "deinsher" jejeje

Dosto dijo...

Entonces Tita adjuntá en tu lista al blandito de Axel y por qué no la música de Perales, Manu Ortega, Quique Iglesias, etc.

Tita Lamberto dijo...

Seeee Dosto, esos estan toditos en la lista oscura como diría Harry Potter!!! Uelcom!!!

Hipólito Bouchard dijo...

Nadie, en sus cabales, tiene la motricidad como para bailar algo de Alejandro Saenz. El cerebro decodifica esa señal sonora y lo único que brinda es la posibilidad de sentarse y escuchar. En ciertos casos, en el hombre, se observa el funcionamiento paralelo de dos centros formadores de conducta.

Uno de ellos, tiende a arrojar por los aires objetos animados o inanimados, con la finalidad de alcanzar el aparato reproductor de sonido, y silenciarlo para el bien de la humanidad toda.

El otro comportamiento típico en el hombre se asocia a cierta segregación hormonal, que tiende a estimular los sentidos en busca de una persona del sexo opuesto. Si la búsqueda da sus frutos, inmediatamente se disparan miles de sustancias químicas que calman al sistema nervioso central, impidiendo, o posponiendo, el hecho disparador del comportamiento citado previamente. Esto hace que se deje de lado la búsqueda de los objetos arrojadizos, para prestar atención a un par de tetas.

Tita Lamberto dijo...

Hipólito, como dicen en los grupos de autoayuda: "en un todo de acuerdo con vos" (?) (que forma de hablar no?) (bueno, pero necesitan ayuda!!!)
salvo...en lo de las tetas...jas!